Uno de los mayores problemas que hay cuando el contrato de alquiler finaliza o el inquilino quiere dejar el piso (resolver el contrato de alquiler) es la devolución de la fianza.
En muchos casos el propietario es reticente a devolver la fianza porque quiere comprobar que el piso ha quedado en buen estado o esperar a que no se deba ningún recibo de suministro, mientras que, al inquilino le suele correr prisa la devolución del dinero porque lo necesita para la fianza de otro piso y además, es suyo, con lo cual quiere recuperarlo cuanto antes, lo que es totalmente lógico.
El problema reside cuando el propietario se niega a devolver la fianza porque considera que la vivienda ha quedado en mal estado y ese dinero tiene que ir destinado a repararla, mientras que el inquilino considera que la vivienda ya estaba así cuando se alquilo y que él no debe pagar nada… para evitar este problema, que se da más a menudo de lo que imaginamos, bastará con seguir unos pasos al formalizar el contrato y al resolverlo.
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